miércoles, 15 de junio de 2016

Las vacaciones de invierno prometen un mar de animaciones

Buscando a Dory (estreno de mañana) y otros tres títulos esperan sumar mucho público a un año que promete ser récord en la taquilla.


La vara está puesta en un lugar muy alto. 2016 es el año en el que podría batirse el récord histórico anual de venta de entradas que el mercado argentino maneja desde que hay estadísticas confiables. En 2015 superamos los 50 millones de tickets, el número más alto de las últimas tres décadas (sólo debajo de los 55 millones de 1986), y todo indica que esa marca quedará chica frente a lo que ocurra de aquí a diciembre. Sobre todo porque estamos en la puerta de entrada de la temporada alta.

De aquí al 31 de julio (fin de las vacaciones de invierno en la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires) se esperan los estrenos más taquilleros del año para el público infantil y familiar. Se espera, en definitiva, que los cines estén más llenos que nunca. Y la aventura comenzará mañana con el estreno de Buscando a Dory, secuela que muchos esperan ansiosos desde hace más de una década.

En 2003, Buscando a Nemo se convirtió en una de las películas más exitosas (937 millones de dólares recaudados en la taquilla global) y queribles de toda la historia de Pixar. Su continuación puede convertirse, según varios expertos, en el estreno animado de mayor repercusión de todos los tiempos.

En Hollywood, lo que esperan los analistas (la película se estrena al mismo tiempo entre mañana y el sábado en 40 países) es que Buscando a Dory pueda batir el récord de taquilla de todos los tiempos para una película animada en su fin de semana de lanzamiento, hoy en poder de Shrek tercero (2007), con 121 millones de dólares. Las estimaciones más optimistas para Buscando a Dory auguran de aquí al lunes no menos de 115 millones.

En la Argentina, las expectativas también apuntan a una explosión de demanda en las boleterías, en línea con la repercusión que vienen obteniendo este año los éxitos animados de Disney. Zootopia acumula 1.783.887 entradas y El libro de la selva, 1.653.828, según Ultracine. De no haber sido por el éxito descomunal de Me casé con un boludo (1.917.650 tickets vendidos hasta anteayer), estaríamos señalando a dos clases de bichos (los urbanos de Zootopia y los salvajes de El libro de la selva) como los líderes absolutos de la concurrencia a los cines argentinos en lo que va de 2016.

Buscando a Dory podría meterse muy rápido y muy cómodamente en esa pelea por el liderazgo de la taquilla local. Una década entera sirvió para alimentar entre los fans (y los propios creadores de esa usina de puro ingenio cinematográfico llamada Pixar) la convicción de que las aventuras acuáticas del pequeño Nemo tendrían su segunda parte. Ese sueño se hizo realidad después de ir descartando escenarios posibles en un guión que en su punto de partida llegó a tener 108.000 páginas. Andrew Stanton (director de Buscando a Nemo y de Up, una aventura de altura), uno de los selectos integrantes del equipo creativo senior de Pixar, vuelve a dirigir, ahora en compañía de Angus MacLane, y la historia cede el protagonismo a Dory, la pececita con problemas de memoria cercana que nadie olvida desde su aparición (con la voz de Ellen DeGeneres) en la película original.

A las voces, precisamente, les corresponde el protagonismo. Cada vez más, los proyectos animados más fuertes y ambiciosos de los grandes estudios de Hollywood (que cuestan por título no menos de 150 millones de dólares, más 200 millones más en marketing, y llevan entre cuatro y cinco años en hacerse) giran en términos argumentales alrededor de las inflexiones y movimientos de los actores famosos que les ponen sus voces a los personajes centrales. Pasó con mucha claridad en El libro de la selva (el Baloo de Bill Murray y el Rey Louie de Christopher Walken son ejemplos ideales) y pasa de nuevo en Buscando a Dory. Aquí, el protagonismo vocal de Ellen es intenso y constante. Corolario: la versión doblada al castellano (inevitable en cualquier caso de película destinada a los chicos) funciona en muchos momentos directamente como otra película.

No es lo que más preocupa a los estudios en su afán de ganar lo más rápido posible a la mayor parte del público internacional en el menor tiempo con una producción de estas características. Hay desafíos tecnológicos constantes, que en el caso de una secuela permiten comprobar (a través de la comparación con el film original) cómo evolucionan las cosas para el asombro en tan poco tiempo.

La riqueza en la textura de las escenas submarinas marca la diferencia y el cambio tecnológico experimentados en algo más de una década. En la comparación, asombra la cantidad y la variedad de relieves, efectos ópticos y sonoros, claroscuros, sombras, fondos, desplazamientos de los personajes en el cuadro si los comparamos con lo que ocurría en la igualmente prodigiosa Buscando a Nemo. El otro elemento novedoso es la llegada de un gran personaje coprotagónico, el pulpo Hank, cuya presencia en la trama será tan esencial como la de los pececitos.

Con Disney cómodamente al frente de la taquilla animada de 2016 (Zootopia duplicó, por ejemplo, los ingresos globales y la venta de entradas en la Argentina de Kung Fu Panda 3), ¿qué títulos se sumarán a la temporada alta de las vacaciones de invierno en nuestro país? 2015 fue en buena medida un año récord porque contó con la película más taquillera de la historia reciente en la Argentina, Minions (4.933.196 entradas vendidas).

Para no ser menos y alimentar las expectativas de una posible superación de marcas vigentes, 2016 promete entre sus novedades otro regreso, La era de hielo 5: choque de mundos. No podemos olvidar que en 2012 la cuarta parte de esta aventura animada vendió 4.495.000 entradas, y hasta la llegada de Minions lideró junto a Titanic la estadística histórica. ¿Se repetirá en este quinto caso la experiencia anterior? La historia nos dice que es algo improbable.

Pase lo que pase, los cines estarán llenos cuando La era de hielo 5 se instale en la cartelera durante el receso invernal. Y lo mismo se espera de las otras dos novedades animadas que Hollywood prepara para estas vacaciones. De un lado, La vida secreta de tus mascotas, nueva apuesta original de Illumination, el estudio creador de Mi villano favorito y de los Minions. Y del otro, El buen amigo gigante, mezcla de animación y personajes de carne y hueso inspirada en el clásico relato de Roald Dahl y llevada al cine por el inagotable Steven Spielberg.

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