Es una iniciativa del INCAA, que busca generarle "más
audiencia" a las películas argentinas. Apunta a estudiantes secundarios de
escuelas públicas. La primera función fue con el film "Días de vinilo”,
para 350 chicos en una escuela de Salta.
Nadie puede decir que al cine nacional le estén faltando
películas: en los últimos años la cantidad de títulos producidos no paró de
crecer. Sin embargo, lo que sí le está faltando, en muchos casos, es audiencia.
Para comenzar a revertir esta tendencia, nada mejor que apuntar a los chicos. Y
en eso está embarcado el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales
(INCAA) que planea llevar, en lo que resta del año, a más de 30.000 estudiantes
secundarios al cine, para que vean films producidos en el país.
Será el puntapié inicial de un proyecto ambicioso, que busca
llegar a la mayor cantidad posible de alumnos y docentes del país, en la medida
que las distintas provincias se sumen al programa.
En esta primera etapa, que culmina en diciembre, estarán a
disposición de las escuelas diez “espacios INCAA” en distintas provincias del
país, a donde irán los alumnos junto a sus docentes.
A la aún majestuosa sala de actos del Hogar Escuela de la
capital de Salta concurrieron el viernes unos 350 estudiantes de los últimos
años de la secundaria para ver “Días de Vinilo” y para hablar con su director
Gabriel Nesci. Fue en el marco de la presentación oficial del programa “Las
escuelas van al cine” que apunta, precisamente, a la necesidad de formar
audiencia para el cine nacional que la industria local ve como prioritaria.
Para que la salida no quede en una simple “excursión”
escolar, el INCAA elaboró una serie de cuadernillos didácticos dedicado al
docente (para análisis y debates), sobre cada una de las películas nacionales
que se le exhibirá al público adolescente. Ellas son: “Un cuento chino”, de
Sebastián Borensztein; “Luna de Avellaneda”, de Juan José Campanella; “Sin
retorno”, de Miguel Cohan; y “Días de vinilo”, de Gabriel Nesci.
De acuerdo a un estudio que tienen en su poder los
funcionarios del INCAA, en el último año 7 de cada 10 adolescentes argentinos
fueron al cine. Es una buena cifra, en términos internacionales, y teniendo en
cuenta la importancia que tienen las diversas pantallas en la vida de los
chicos hoy. Sin embargo, solo 3 de cada diez dijo haber visto, en el cine,
alguna película nacional.
“Creemos que para
formar audiencia hoy, lo prioritario es apuntar al público adolescente. Si un
chico de ocho años aún no vio ninguna película en una sala de cine, aún tiene
tiempo de hacerlo. Pero si un adolescente que está terminando la secundaria (de
entre 15 y 18 años) todavía no fue al cine, es difícil que lo haga más adelante.
Y de esta forma se pierden un capital cultura de gran importancia, que incluso
impactará en la inserción futura de los chicos en la sociedad”, dijo a Clarín
Roxana Morduchowicz, coordinadora del programa “Las escuelas van al cine”.
Morduchowicz cuenta cuáles fueron los criterios que se usó para seleccionar las
películas nacionales que se exhibirán: “que sean para adolescentes, que sean
entretenidas –que la pasen bien, que descubran que hay historias argentinas
para ellos--, y que tengan un plus para la clase: es decir, que den para el
debate.
Por ejemplo, en “Un cuento chino”, que se trabaje el valor
de la inclusión de otro que no es como nosotros. Puede ser un chino, o
cualquier otra persona.” Para trabajar estos temas, los cuadernillos elaborados
por el INCAA buscan que la película tenga continuidad en la clase. Cada uno de
los alumnos que participen del programa verán dos de las cuatro películas
argentinas propuestas.
Las escuelas son seleccionadas por los ministerios de
educación de cada una de las provincias. Deben ser escuelas públicas y se
privilegia a los colegios de comunidades en las que los chicos tienen menos
acceso al cine. Para muchos chicos que participen de este programa, de hecho,
esta será su primera experiencia de ir al cine, de ver películas en una sala
oscura, compartiendo el mismo espacio con otros. Así lo vivieron los chicos de
Salta que, a pesar de una cierta dispersión al principio, ni bien se apagaron
las luces siguieron las escenas con suma atención.
El programa “Las escuelas van al cine” nació en febrero de
este año, con la visita del presidente francés François Hollande a la
Argentina. En ese marco, se firmó un acuerdo con el Institut Français, que
tiene en ese país un programa de cine en las escuelas muy similar al que se
presentó en la Argentina. El acuerdo contempla que los chicos argentinos vean
también dos películas francesas dentro del programa, mientras que en las
escuelas francesas se empezarán a pasar cine argentino.
Lucía Cedrón, coordinadora del programa “Las escuelas van al
cine” por la parte francesa, aseguró el programa argentino se basó en el modelo
francés, donde lleva en funcionamiento hace más de tres décadas, y que se están
coordinando otras acciones en conjunto para el futuro.
Fuente: Clarín
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