sábado, 3 de septiembre de 2016

LatinArab, cuando el cine es diálogo entre distintas culturas

En el encuentro se exhiben películas árabes y latinoamericanas.


En el Espacio INCAA Cine Gaumont, la Alianza Francesa, el Cultural San Martín y la Biblioteca del Congreso, entre otras salas, se realiza la sexta edición del festival LatinArab, que organiza Cine Fértil y reúne las cinematografías e industrias latinoamericanas y árabes. El film de apertura fue The Idol, del palestino-holandés Hany Abu Assad, y es la primera película rodada en Gaza en veinte años. Se trata de la la historia de un cantante que debe superar muchos obstáculos para participar de la versión panárabe de American Idol. Como todos los años, la muestra busca, además de exponer films árabes y latinos, proponer nuevas preguntas y ofrecer distintas miradas sobre las relaciones entre los países árabes y los latinoamericanos, promoviendo la diversidad cultural. Fortalecer la creación colectiva es uno de los propósitos centrales del encuentro, que este año tiene como país invitado a Egipto: por ello se desarrollará entre el lunes y el viernes, en la Alianza Francesa, una semana de films de ese origen.

Pero la muestra abarca más que proyecciones. Habrá diversas actividades, conferencias, foros, entre ellos uno referido a coproducciones con el INCAA, que se realizará el miércoles. Las películas que integran las tres secciones de la selección oficial serán evaluadas por un jurado conformado por importantes figuras nacionales e internacionales.

La programación busca un equilibrio, seleccionando obras de profesionales de renombre como así también de cineastas jóvenes y emergentes. Pretende también nivelar las expresiones tradicionales y populares con el cine de autor y de vanguardia; reflejando también la historia del cine árabe a través de retrospectivas y funciones especiales.

Las siguientes secciones competitivas conforman la Selección Oficial LatinArab: Cortos, Largometrajes Árabes y Panorama LatinArab de filmes latinoamericanos.


Entre los largometrajes árabes que integran la selección oficial pueden señalarse, además de The Idol, los siguientes títulos: Al abrir mis ojos, de Leyla Bouzid, una mirada a la juventud tunecina en los días previos a la Revolución de los Jazmines; Nunca fuimos niños, de Mahmoud Soiliman, sobre la dura vida de una madre y sus cuatro hijos; The Valley, de Ghassan Salhab, segunda parte de una trilogía que exhibe estrechos lazos con la poesía sufí; Haz pasar hambre a tu perro, de Hicham Lasri, del que se dijo que si el cine marroquí tuviera un movimiento punk, Lasri sería su Johnny Rotten; Samir in the Dust, de Mohamed Ouzine; sobre el reencuentro entre el realizador, recién regresado a su país y su sobrino Samir, que vive del contrabando; Let Them Come, de Salem Brahimi, sobre la ola de violencia y miedo vivida en la Argelia de fines de los años 80.

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