A pesar del éxito global que tiene el formato de proyección
cinematográfico en tres dimensiones, aún hay un gran número de espectadores
adultos que se resisten a utilizar lentes especiales en las salas de
exhibición.
Por eso, un grupo de investigadores norteamericanos del
Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) está
desarrollando una técnica para ver películas 3D sin la necesidad de usar los
famosos anteojos bicolores.
Los expertos están desarrollando un truco conocido como
barreras de paralaje, que se combina con la forma en que movemos la cabeza mientras
disfrutamos una película.
El dispositivo funciona instalando cristales en las
pantallas, para que los ojos solo vean ciertas imágenes ligeramente diferentes
entre sí. Cuando el cerebro pone esas imágenes juntas, el paisaje principal
parece tener profundidad en tercera dimensión.
Los investigadores del MIT notaron que las personas no se
mueven mucho mientras están sentados en las sillas de la sala y, por ende, sus
cabezas tienen un rango de movimiento limitado. En base a este razonamiento,
decidieron emitir imágenes con barreras en cada asiento, de manera que toda
persona pueda tener una experiencia 3D sin tener que usar gafas.
Un prototipo de este desarrollo ha funcionado
satisfactoriamente en las pruebas realizadas hasta el momento.
Sus creadores afirman que es un paso importante para evitar,
dentro de unos años, el uso de gafas 3D en espacios grandes.
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